Lo que traje, es lo que soy. He llegado ligera, sin
cicatrices en el alma e historias en mi equipaje. Aun así, me sumergí en esta
aventura, donde ya no tengo libertad, solo locura. Hablo de ti siempre. En
cualquier momento. No puedo disimularlo. No puedo dormir en paz, le diste vida
a nuestra fugaz historia, encendiste las pocas cenizas que quedaban.
No es correcto, eso lo sé. Pero no puedo vivir en
paz, no sé cuánto es lo que quieres, no sé ni que debo esperar de ti. Siempre que
hablo de ti, no sé qué pensar, ni que sentir, estoy improvisando dentro de una
historia que solo es perfecta en nuestra memoria. No puedo quedarme sentada de
brazos cruzados esperando que el momento perfecto llegue, yo no soy de las que
esperan que las cosas caigan del cielo.
Yo solo sé
que debo salir a buscar lo que deseo. No puedo vivir rogando que me elijas a mí
porqué cuando ya se te plantea la opción de elegir, me estas dejando de lado.
No sirvo para
tolerar las cosas a medias, si quieres entrar, hazlo, con o sin mi permiso,
tumbando la puerta o rompiendo la ventana, si realmente me quieres, hazlo.
Porque no se puede vivir en libertad en medio de una aventura donde solo te
cortan las alas, si tiene que ser será.
Seamos
valientes, es ahora o nunca.
Antes vivías preguntando que sentía
Ahora lo sabes.
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