martes, 16 de septiembre de 2014

Miedo


Él ha estropeado momentos transcendentales de mi vida, un montón de veces. Nunca pide permiso para llegar y pretende quedarse sin definir fecha de retorno. Es un infeliz a la hora de destruir aquello que realmente me importa, no mira hacia atrás, solo avanza acabando con todo a su paso. Aprendí a esquivarlo cuando los demás lo comenzaron a utilizar en mi contra. Le he enfrentado unas cuantas veces, he quedado hecha pedazos y el condenado se ha llevado lo que más quería. Nadie quiere tenerlo en su vida y yo, (por desgracia) le he dado asilo unas cuantas veces. Él es como la oscuridad que nos perseguía de niños cuando íbamos a la cama. Sale a flote en las excusas propias y en las ajenas. Te esclaviza, te hace parecer absurda y casquivana. Y no sé cuánto tiempo pase antes de volver a encontrarme cara a cara con él, pero de algo si estoy segura, tú, querido miedo, tú presencia me ha hecho más fuerte.


lunes, 8 de septiembre de 2014

Y ahora qué


Y así, de a poquito, paso el tiempo.
Los minutos se transformaron en horas.
Las horas comenzaron a convertirse en días.
Los días en semanas.
Y así, de a poquito, paso el tiempo.
Y así, de a poquito, no he vuelto a pensar en ti.

Llego el adiós que tú tanto forzaste.
Llego el silencio que tú aclamaste
Lograste lo que querías
Quede en el limbo.
Sin brújula.
Sin un destino.
Sin mapa.
Sin nosotros.
Y así, de a poquito, no he vuelto a pensar en ti.
Y así, de a poquito, paso el tiempo.
Y así… de a poquito a poquito.
Y así…

Y ahora qué.