Existen personas que son como las ciudades.
Ciudades repletas de plazas donde puedes respirar paz. Personas que son como
esas ciudades en las que puedes llegar y refugiarte como una turista más que
llega a su nuevo destino. Como esas ciudades con un montón de calles que
siempre puedes recorrer y hacerlas tuyas a través de tus pasos. Solo llegas y
te envuelves en un par de brazos que te hacen sentir segura, que hacen que te
sientas como en casa y que hacen que valga la pena todos esos kilómetros
recorridos. Existen personas que son como las ciudades, con millones de colores
y sabores para descubrir a unos cuantos pasos de distancia. Nunca sabes cuándo puedes toparte
diferentes ciudades a través de las personas pero un día lo haces, lo puedes
sentir, lo puedes ver y finalmente lo puedes vivir.
Y quizás lo olvidas pronto o quizás lo
recuerdes para siempre.