Ven acá y hazme un favor, no discutas, no pelees, no grites, no jures y no llores. Déjalo ir, aliviánate. Haz de cuenta que no escuchas nada. Coloca tu esfuerzo y has que entre por un oído y te salga por el otro sin que traspase a tu mente. Finge que eres ciego, sordo e incluso cambia si es necesario pero no te enfades, respira profundo cuenta hasta diez o incluso hasta mil, aguanta la respiración y piensa en los buenos momentos, colócate un buen disfraz y sonríe como siempre.
Porque te puedo asegurar que a veces es mejor ser feliz que tener la razón.