Nos repelemos y nos
atraemos simultáneamente. Lo nuestro siempre tan intermitente. Tan
desapercibidos. Nos evitábamos, nos buscábamos, nos odiamos, y nos amamos todo
a la vez. Vivimos en una ironía constante. Opuestos e Iguales. Locos y cuerdos. Teniéndonos y no. Tratando de encontrar un
olvido pero aferrándonos al amor. Eso somos, eso siempre seremos. Todo y nada. Hemos
perdido el norte. Perdimos la urgencia de vivirnos, esa sensación de
pertenecernos, de incluirnos. Perdimos el mañana, los sueños y las certezas de
nuestras dudas.
Tú has perdido.
Yo he perdido.
Ambos perdimos.
Eso somos, eso fuimos y eso
siempre seremos. Una batalla perdida.