Él chico universo

Lo imagine. En mi corazón, en mi mente y en todas partes. Lo de nosotros es una complicidad que solo nuestros ojos entienden. Entre más lo conozco me doy cuenta lo ignorante que soy al respecto. Y nunca me sentí tan atraída a un opuesto como cuando estoy con él, mi chico universo. Suelo pensar que cuando tiene la mirada perdida es porque está creando grandes ideas. Y esa es mi parte favorita.

En sus ojos se esconden las dudas, lo desconocido e inexplorado. Por eso desde que lo conocí olvido quien soy y que es lo que hago. Solo deseo saber todo lo que le quema la cabeza. Pero nuestra historia es inconclusa, y me parte en dos la certeza. Escribo poco sobre él, más confieso que muchas veces me ha servido de musa, porque me inspira a llevar mis letras a donde nadie las usa.

Me gusta imaginar que mis dedos se deslizan creando constelaciones entre los lunares de su espalda. Me gusta perderme y encontrar nuevas rutas en su mirada. Mi voz camina de puntillas cuando él está cerca y la poca cordura que aún me queda me roba la cabeza.

No creo que llegue a conocer cada uno de sus secretos y la verdad prefiero vivir feliz en mi ignorancia que conocer todo lo que alberga él, mi chico universo. 

Nada es lo que parece

Nada es lo que parece. Y él que siempre aparento ser todo un caballero solo fue un personaje incapaz de quitarse la careta por una vez en su vida. Se deslizó hacia mí solo para destruirme. Su sonrisa esa que hace que tiemble el mundo solo sabe utilizarla para humillar, al igual que su boca, que en vez de ser pecado se convierte en hojilla. No es sincero, tampoco un héroe, es un demonio aparentando ser un héroe, pero dentro de él habita un monstruo, que solo busca debilitarte hasta lograr destruirte. Me hizo daño, bastante, y fue intencionado. Y yo caí por completo en su falsa identidad. Es una droga que busca atraparte. Es indescifrable, como el universo, insiste en que entre a su laberinto y lo que él desconoce es que después de pasar por ciertos infiernos cualquier demonio no puede quemarme.

No te compliques

La vida es lo suficientemente compleja como para que te detengas a darle cabida a aquellas cosas que no merecen la pena. No sigas cometiendo los mismos errores una y otra vez. No sigas dándole atención al que no te la da, queriendo al que no te quiere y regalándole tiempo de tu vida a quien solo está por interés. Debemos aprender a decir NO a todo aquello que no nos va, que no nos hace bien, que solo nos limita y no nos deja ser. No puedes estar guardándole un lugar en tu vida a quien no quiere ocuparlo. Te desgastas tú y esa persona sigue adelante como si nada. Tampoco pretendas que vas a poder olvidar, créeme, no se olvida así de fácil, no puedes ir y vaciar tu memoria en menos de un minuto. No, no se puede. Es un proceso doloroso por el que tienes que pasar para finalmente superarlo. Si no te entregas al dolor de perder a alguien, nunca superaras esa perdida. Y vivirás por siempre con el sabor amargo de lo que no pudo ser.