Este castigo en el que se ha convertido el tiempo
que viví contigo me está estrangulando. No puedo fingir. Subestimamos demasiado
a la normalidad. El silencio hizo que llegara el olvido y con él, todo rastro
de nuestra historia se ha perdido. Quizás no haya otra salida que no sea
marcharme. No hay palabra, poesía o estrofa que consuele el dolor. Debo
mandarte a lo lejos aun sabiendo que te llevo dentro. El viento derrumbo
nuestra historia, por cobardes, por estúpidos. Quizás, nunca fui tu otra mitad,
y esto no da para más. Quiero que sepas que mi distancia no significa que huya,
porque yo no sé escapar pero no debo estar en lugares donde solo me abren
heridas. Ya no se pensar en nosotros, agotado se quedó mi corazón. Me llevo
estas marcas por tonta, y valiente.
Sé que esta historia la das por perdida, y
sinceramente prefiero marcharme ahora, antes que el olvido termine por
destruirnos un poco más a los dos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario