Historias pequeñas y decisiones trascendentales

La lluvia cayó durante tres horas, ella frunció la cara pegada a la ventana, observando la carrera de gotas, tan rápidas y libres, sin rumbo, sólo siguiendo hacia adelante sin poder volver. Eso era lo que ella quería hacer, algunos días atrás lo había decretado, decreto  hacer algo diferente, algo que cambiara por completo su rutina y vaya que era cabezota, cosa que se proponía, cosa que cumplía. Sabia que este era el momento para no pesarlo más y saltar, sabia que no debía quedarse estancada en un lugar que le quedaba pequeño. Sabia que el capitulo ya estaba cerrado desde el día que no sintió dolor al hablar de aquello que quería dejar atrás. Sabia que el futuro podría ser diferente ahora, que sus expectativas podían cumplirse, solo deseaba regresar a su pasado con el conocimiento que ya tenía en ese momento y así haberse evitado tanto dolor. Solo sabia que sus labios carnosos se agrandaron para regalar una sonrisa, sus pequeños ojos se abrieron y comenzó a respirar con dificultad a causa de las risas… vaya que cerrar un capitulo tan limitante era satisfactorio y vaya que salir de esa tela de araña le regreso su autenticidad. 

“El primer paso es mirar hacia el frente”