Estoy muy segura que la vida entre muchas cosas está
llena de lecciones y elecciones. Lecciones que te cambian la vida y te hacen
aprender infinidades de cosas y elecciones que vienen siendo el otro lado de la
moneda. Entonces ¿Por qué será que el ser humano elige a
diario tomar malas elecciones? A mí que la vida, las circunstancias y las
personas me han hecho aprender de golpe lecciones. He decidido cambiar la forma
en la que elijo cosas para mi vida y por ridículo que parezca son esas decisiones, las
que me han hecho crecer.
Yo elijo vivir, solo vivir. No preocuparme por cosas
que no son mi problema. Yo elijo no ser tan culposa por banalidades, los
problemas de los demás son de ellos, no míos. No es mi culpa que la gente
entienda, vea y escuche solo lo que quiere y no lo que realmente es o pasa. No
es mi culpa que se enrosquen en situaciones que ya fueron. Yo elijo entender
que existen personas malas capaces de confundirte solo para que pises el palito
y caigas. Yo elijo soltar. No cargar con rencores ajenos encima, elijo perdonar
y saber pedir perdón. Elijo no fingir lo que no soy. Así como también elijo no
ser como aquellos que me hacen mal.
Elijo mirar mi pasado con orgullo y no con
arrepentimiento. Elijo entender que hay situaciones, amistades y estados
amorosos que no se deben forzar. Elijo poder seguir caminando en búsqueda de mi
camino, elijo avanzar. Volar, caer y reparar mis alas el día que haga falta.
Elijo abrazar más que odiar. Elijo seguir siendo centrada y mantenerme conforme
con lo que me pasa. Elijo seguir viviendo todo a su momento. Elijo rodearme de gente
que me hacen crecer como persona y que no se dedica a engrandecer mí ego. Elijo
la verdad siempre por encima de todo. Elijo disfrutar este camino que me toco y
que aún está en construcción. Elijo SER yo misma en todo momento.
Y lo más importante: elijo vivir, siempre vivir.
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