No era amor

No era amor, nunca lo fue. Nunca pareció serlo. Me causo más lágrimas que sonrisas. Aun así di todo de mí, hasta el punto de quedar rota, de tener la cabeza echa un lió y el miedo persiguiéndome las espaldas. Aun así fui valiente, afronte y aguante todo sola, como nunca. De igual forma creo que llegue cuando ya no me necesitaba, quizás calcule mal, quizás nunca cambio, quizás siempre fue ese que le gustaba ir por la vida rompiéndole el corazón a quién sea. No era amor, nunca lo fue. Y aunque lo pareció en algún momento de la historia creo que su “amor” y el mío no se llevaron bien, supe darme cuenta que estaba jugando sola, que en vez de estar en el mismo equipo, él quería competir, pero el amor no es competencia, el amor es jugar juntos en el mismo equipo, es tirar para el mismo lado la soga y no jalar en direcciones opuestas...tensándola hasta que el punto de quiebre lance a alguno de los dos al vacío. No, eso no fue amor. Aprendí que no puedes darle todo a un corazón que esta vacío, a un corazón que se niega a aprender y a apreciar lo recibido. Supe que estaba con la persona incorrecta porque en vez de ayudarme a volar, corto mis alas y me lanzo al vacío. Así que decidí no seguir caminando detrás de él y emprender mi camino yo sola. Valiente, como siempre.