jueves, 30 de agosto de 2012

Humillantes memorias



Pensé que ya había olvidado y superado lo que era despertar con la falta de aire mientras el corazón se estremece, se encoje y decide no bombear sangre. Volver a respirar y tener temor de abrir los ojos porque “la historia” se repita. Pestañear y sentir cono escuece la humedad en mis ojos. Darle los “Buenos días” al cerebro y ser recibida con humillantes memorias negándose rotundamente a desaparecer, sin darme cuenta  las lágrimas florecen y el dolor me vuelve a invadir, me encojo por debajo del edredón y me vuelvo pequeñita, aún más pequeñita de lo que ya soy. Sintiendo en mis venas una profunda impotencia. De la nada el corazón vuelve a su trabajo normal, solo queda el hormigueo producto de la falta de sangre y con esto solo piensas en respirar. 

Y ahora que decides volver a la rutina se supone que llega el momento en el que debes decir “Pasado pisado” y volver a empezar.



2 comentarios:

  1. Mi consejo es: Aparta el edredón de un manotazo. Salta de la cama. Abre la ventana. Y dibújate un nuevo mañana (a tu gusto, por supuesto) :D
    Un abrazo :3
    http://utopiainthemoonlight.blogspot.com.es/

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  2. Vaya pedazo de textazo que te has lucido tia. Mejoras con cada entrada, eso me encanta de ti :)

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