martes, 3 de enero de 2012

Malas noticias




Cuando recibimos una mala noticia..

Sentimos el cuerpo débil. El corazón en mil pedazos. La mente acelerada. Los ojos inflamados de tanto llorar. Esa sensación de palabras vacías, vacías en todo el sentido de la palabra.  El querer sentir algo y no poderlo hacer, el desear tener pequeñas dosis de felicidad, para endulzarnos muchas veces la vida, porque todo este trayecto es bien amargo. Sentir un dolor terrible, miedo a la soledad. Me gusta estar a solas con mis problemas todo el tiempo, me gusta esconderme y dejar que las lágrimas rueden por mi cara, me gusta salir y conseguir esa sensación de estar completamente sola para poder colocar mi cabeza en su lugar… Solo me gusta pensar que cuando recibo una mala noticia hago eso.

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