lunes, 30 de diciembre de 2013

Hasta siempre.



Tú fuiste un estado pasajero al que no quiero ni debo regresar. Por eso esta vez, no empaque mis cosas, te las regalo con todo y lazo. Me voy desnuda de sueños, de esperanzas y sin ilusiones, esta vez me voy vacía. Pero te he dejado sobre la encimera una lista con todas tus promesas rotas junto con la camisa tuya que solía colocarme, ah y también te he dejado una brújula (acéptalo como regalo de na{vida}d, espero que puedas encontrarle la dirección correcta a tus acciones). Quiero decirte que en el camino me he encontrado con pedazos de nosotros pero no he podido detenerme, lo siento, me aterra volver a encontrarte, yo ya no puedo quererte. He notado que es tu costumbre tener los sentimientos alquilados, un día aquí, otro día allá. Sé que no hay vuelta atrás, que no podremos volver a encontrarnos como ayer. Para nuestro alivio ya no habrá más diciembres para celebrar juntos. Debes saber que el olvido está a la vuelta de la esquina, que si bien he tratado unas cuantas veces de mirar atrás he desistido. 


Espero que esta vez seas sincero contigo mismo y admitas que ya no se puede hacer nada cuando lo que unía nuestras almas, termino por estrangularnos. No me busques, me fui. 

Te dejo esta ultima entrada, acéptala, es toda tuya.

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