Despierto y no recuerdo cuando fue que la vi por
última vez, solo sé que estoy respirando rápido, que mi corazón parece latir a
mil por hora y que no hay nada más perturbador que los sollozos que escucho a
mí alrededor. Creo que son de ella. Y la veo, acostada en su cama, respira
rápido como si estuviese teniendo una pesadilla. Entonces recuerdo todo en
cámara lenta, parece que hubiese sido ayer cuando caminaba a la par con ella,
pero es que le he perdido de vista tantas veces que aunque su ausencia ya es
normal, todavía no me acostumbro a vivir sin ella. La otra vez, recuerdo
haberla visto maquillándose frente al espejo. La vi y por primera vez en mucho
tiempo ella me vio. No hizo nada. Creo que no recuerda que he vivido con ella
los peores momentos de su vida, que siempre he estado cerca, incluso cuando se
coloca los audífonos e intenta olvidarse del mundo que existe a su alrededor.
No puede hacerlo. Le pesan los hombros y le duele cada costilla al respirar.
Ella cree que puede hacer todo y la verdad es que sola no puede. Esta pérdida,
ida, atolondrada. Y eso me preocupa. Es triste que este así, ya no sé quién es.
La estoy viendo de cerca, muy cerca, tan cerca que casi puedo tocarla. Le pido
que regrese, pero ella no quiere.
(Y yo no sé si quiero regresar, aunque confieso que me
extraño mucho, identidad.)
Me encanto este relato, es interesante la forma que creo te vez a ti misma desde un tercero. Te mando un abrazo enorme y nos leemos :3
ResponderEliminarTaaan profunda y verdadera como siempre!!
ResponderEliminarEsto es algo que nos pasa a muchas y vos has sabido plasmarlo tal cual lo sentimos y vivimos
Me pongo de pie y te apludo xq te lo mereces!! #Grosa
Sos todito vos<3
EliminarTaaan profunda y verdadera como siempre!!
ResponderEliminarEsto es algo que nos pasa a muchas y vos has sabido plasmarlo tal cual lo sentimos y vivimos
Me pongo de pie y te apludo xq te lo mereces!! #Grosa