Dígale
que ya no le quiero. Que finalmente he dejado de pensar en él. Que su ausencia
ya no duele. Dígale que alguien más ha llegado a reconstruir los pedazos de mí
que el dejo. Dígale que su huida ya no la detiene el reloj. Que mis días
comienzan a ser más tranquilos. Que nuestro tiempo ha terminado. Que he logrado
pasar la página. Dígale que he emprendido otro camino sin él. Que otras tierras
nos esperan, que su mirada ya no me debilita. Que mi corazón ya no se agita. Y
que mi piel ya no desea sus frías caricias.
Dígale
que ya no puedo verle. Que el miedo me ha cegado y que sus dudas me han
vendado.
Y
si usted lo llega a ver, dígaselo todo…por favor.
Me recuerda tanto a una canción, que casi no he podido parar de leerlo. Debe de ser tan doloroso escuchar algo así, no crees?
ResponderEliminarGran texto Gabriela :)
Casi hasta parece canción y no lo había notado. Se que debe ser muy doloroso. Muchas gracias Samira :)
EliminarEs muy bonito, genial. Doloroso, sí, pero igualmente yo amo mis heridas, como algún día amé la causa.
ResponderEliminarBesitos desde: puzzlesdedospiezas.blogspot.com
Muchas gracias por pasarte por acá. Lo mismo digo. Me pasaré por tu blog y me suscribiré, besos.
Eliminarhello, me gusta tu blog, yo tambien tengo un blog que es:http://sonrieporquetupuede.blogspot.com.es/, si te gusta sigueme pliiiss jajjajaja LLLL
ResponderEliminarDígale... me gustó y me gusta tu blog. Te leo desde ahorita, te sigo ya n.n Espero tu visita www.milocurainfinita.blogspot.com
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