El corazón dicta

No te niegues a creer en el amor, a entregar tu corazón porque  llega un momento en el que necesitas compañía  y recuerda “Ya no eres la niña que juega con muñecas y sólo quiere que le  agarren la manita y le den un besito en la mejilla”. Ahora necesitas a alguien que te apoye, que te quiera, que complemente tu felicidad… Y desgraciadamente, no puedes tronar los dedos y decir: “ese quiero que sea” porque el corazón manda. Y es lo que muchos (as) tienen que aprender, que aunque su corazón esté amarradito y controladito algún día se escapará y conocerá a alguien de quién se enamorará perdidamente.

“El corazón entre susurros dicta lo que más desea”